Obsérvate a ti mismo/a
¿Te observas a ti mismo y a tu entorno?
Una pregunta al día – ¡qué gran diferencia hace!
¿Cómo de bien te conoces?
Empieza a observarte a ti mismo/a y a tu entorno durante el día. De esta manera te darás cuenta que no siempre nos sentimos igual en diferentes lugares y situaciones y con distintas personas y grupos.
Observarte a ti mismo/a es tomar consciencia de tus sentimientos y observar tus reacciones a diferentes situaciones, experiencias y personas.
Te sorprenderá que antes de que la persona diga algo, ya puedes sentir sobre su bienestar, su ánimo y su actitud.
Los sentimientos a menudo te permiten saber si algo es apropiado para ti o no.
A través de la observación te vuelves más consciente de ti mismo/a y de cómo te afectan las cosas. De esta forma, tienes mas elementos para saber a lo que dices Sí y a lo que decir No. También te ayuda a cuestionar imágenes, creencias e ideales sobre el ‘ser un hombre’ o el ‘ser una mujer’.
¡¡Cuestiona una cosa al día!!
Nos dicen constantemente cómo ser, cómo sentir, cómo actuar, y nosotros/as lo hacemos sin cuestionar. Piensa en una cosa que te han dicho que hagas: ¿te sientes bien al hacerlo? ¿Puedes ver por qué lo haces? ¿Es bueno para ti?
Por ejemplo: ¿Por qué publicaste tu última foto? ¿Por qué aceptaste algo que un amigo o pareja te pidió que hicieras? ¿Por qué llevas ese vestido o top? ¿Por qué hiciste esa broma sexista? ¿Por qué no dijiste lo que sentías?
Necesitamos ser capaces de observar todo con ojo crítico. Para ello, es imprescindible tener confianza en nuestros propios cuerpos y lo que estamos sintiendo.
¿Cómo de bien te conoces?
Tú…
● Pasas tiempo solo/a
● Observas tus sentimientos, emociones, pensamientos, acciones, palabras e intenciones
● Observas cómo tu entorno puede afectarte
● Dices no a lo que no te ayuda
● Haces lo que te gusta
● Dices no al abuso
● Respiras tu propio aire
● Te aceptas a ti mismo/a mientras aprendes y creces
● Te ríes de ti mismo/a
● Te amas a ti mismo/a
● Te permites ser sensible
Lee lo que otros han descubierto al observarse a sí mismos:
«No era consciente de lo poco que me importaban los prejuicios, las opiniones y los comentarios de los demás. No es que no me importe, sino que me centro en cómo me siento….», «A través de la observación de los sentimientos y las reacciones de mí misma y de los demás me he dado cuenta de lo comprensiva que me he vuelto y el juicio ha cesado». Emily, 19 años.
«Hace poco ocurrió un accidente en nuestro entrenamiento de tenis y una persona resultó gravemente herida. Los que estaban cerca entraron en pánico o se quedaron mirando por curiosidad. Yo me quedé conmigo mismo y no me dejé llevar por el pánico y observé la situación. Mientras esperaba la ambulancia, casi todo el mundo, y sobre todo el herido, se calmó e incluso se lo tomó con humor. El pánico y el miedo habían desaparecido claramente. En el pasado esta no habría sido una situación fácil de manejar para mí, ya que habría entrado en un estado de pánico, pero al permanecer en observación y conmigo mismo todo lo demás se hizo mucho más fácil.» Tom, 20 años
«En las estaciones de tren o en los aeropuertos, mucha gente corre estresada porque teme perder su vuelo/tren. Me di cuenta de que es muy importante estar en observación, ya que cuando no lo hago, me muevo de una manera que normalmente no haría. Mis movimientos se vuelven mucho más rápidos y mi corazón empieza a bombear muy fuerte y rápido y también me estreso, cuando en realidad no hay ninguna razón particular para ello. Cuando permanezco en observación sigo sintiendo el estrés en el movimiento de los demás, pero no me involucro en él, lo que hace que viajar sea mucho más alegre». Paul, 20 años