#YoDigoNo al abuso sexual
Si alguien hace avances sexuales con otra persona de cualquier manera y la otra persona no ha dado su consentimiento o se siente presionada o incómoda, ¡se trata de abuso sexual!
Si observas una situación como la de este vídeo, ¿intervendrías y frenarías a tu amigo?
La normalization del poder 'masculino'
Específicamente en las relaciones heterosexuales, el ‘poder masculino’ y la agresividad hacia las mujeres se normaliza e incluso a menudo se fomenta como una forma de actuar «como un hombre».
La agresión se ve como parte de ser un hombre.
La violencia heterosexual se ve a menudo como algo común, al igual que la resistencia de las mujeres hacia ella. En este sentido, la sexualidad de las mujeres a menudo no se ve como algo propio, sino como un asunto en el que los hombres pueden inmiscuirse.
Aprendemos esos guiones sociales a través de creencias culturales básicas sobre el género y el sexo, como que «los hombres son incapaces de controlar el deseo sexual» o el vínculo de «romance y agresión», como se representa, por ejemplo, en la mayoría de las películas y series románticas de Hollywood. Esto hace que el comportamiento de acoso y abuso sexual sea considerado como «normal» o como una forma de «ligar».
Este comportamiento normalizado hace que las mujeres respondan al acoso con un aluvión de maniobras como la evitación y el desvío de la atención para escaparse de este comportamiento masculino abusivo normalizado.
Sin embargo, al mismo tiempo las mujeres parecen desear este comportamiento masculino ya que los guiones sociales nos dictan también que como mujeres tenemos que ser «deseadas».
Este es un ciclo horrible de abuso que sólo podremos detener cuando tanto hombres como mujeres seamos conscientes de cómo nos juegan esos ideales y creencias.
En esta escena es el amigo el que actúa para detener este comportamiento abusivo, dando ejemplo de que es responsabilidad de los hombres no abusar.