Las múltiples formas de la ciberviolencia
La ciberviolencia puede darse en todas partes
PON A PRUEBA TU SEGURIDAD EN LÍNEA
El mundo virtual se está volviendo más y más real, ¿no es así? Lo usamos para comunicarnos y socializar con nuestros amigos y amigas, publicar nuestra vida, ver las novedades en la vida de otras personas, informarnos, ver vídeos, etc.
Entonces, ¿cómo podemos decir que lo que sucede en el mundo virtual no es real? ¿Que no nos afecta? La tecnología y las redes sociales pueden sernos útiles o pueden tener un efecto negativo sobre nosotros/as. Sólo porque sea virtual no significa que sea menos real. Cualquier forma de violencia o abuso que se cometa a través de la tecnología es violencia/ abuso cibernético. Hay violencia en las redes sociales, aplicaciones de chat, plataformas de juegos o en cualquier lugar de Internet donde haya comunicación.
La ciberviolencia
puede ser realizada
por personas que te conocen, una pareja o alguien que no conoces.
Esta violencia, aunque sea online, puede causar daños físicos, sexuales, psicológicos o económicos a las personas expuestas a ella.
Puede comenzar online y continuar offline, o puede ser la continuación de la violencia que comenzó offline.
CULPAR A LA VÍCTIMA
No hay líneas desdibujadas...
Muchas personas juzgan a las víctimas de la violencia por “permitir” que su abuso ocurra debido a su comportamiento.
“No dijeron que no”… “Ella lo pedía por lo que llevaba puesto”… “No deberías haberte hecho esas fotos”
¡Tienes derecho a consentir una cosa y negarte a otra! Puedes consentir enviar tus “nudes” a alguien en quien confíes, pero eso no significa que consientas que sean divulgados.
Esto se conoce como consentimiento específico o selectivo.
Entendemos y utilizamos frecuentemente el concepto de consentimiento específico y selectivo. Sin embargo, cuando se trata de la sexualidad y el cuerpo humano, las personas intentan desdibujar las líneas alrededor del consentimiento y culpar a las víctimas, excusando a los agresores de los crímenes que han cometido.¡Por eso no debemos olvidar que el único culpable es el abusador!
Recuerda siempre que solo hay consentimiento cuando hay un SÍ claro.
La ciberviolencia puede tomar muchas formas
AMENAZAS verbales, chantaje, insultos, discursos de odio
O GRÁFICAS,toma no autorizada o publicación de fotos y vídeos, manipulación de fotos y vídeos…
¿A quién le afecta más?
Aunque la ciberviolencia afecta tanto a mujeres como a hombres, niñas y niños, los datos muestran que las mujeres y las niñas son las víctimas más frecuentes de esta forma de violencia y que están expuestas a formas de agresión especialmente violentas, como el “stalking” y el acoso sexual. Se estima que en Europa, 9 millones de niñas han experimentado algún tipo de violencia cibernética antes de cumplir los 15 años.
¡NO DEBE TOMARSE A LA LIGERA!
Es importante darse cuenta de que las consecuencias de la ciberviolencia pueden ser tan peligrosas como si la violencia ocurriera en el mundo físico. Las consecuencias pueden variar: desde el miedo, la ansiedad y la falta de concentración, hasta las alteraciones del sueño, la depresión, el aislamiento o incluso el suicidio.
La víctima puede denunciar el delito a la policía, o puede también contactar directamente con sitios web para bloquear a los abusadores y hacer que se retiren los materiales perjudiciales.
“Aún así, las víctimas a menudo llevan consigo el temor de que la persona agresora vuelva a atacar”